Otra nueva cocinera se incorpora a nuestra colección. El uniforme es igual que el real, con sus pantalones de cuadritos, y la chaqueta con el cuello y bolsillo a juego de los pantalones. El mismo número de botones sobre ella, y el clásico gorro de cocinero. Esta vez, llevaba una sartén en sus manos, en la que había un huevo frito con muy buena pinta, y también una paleta. Los zuecos con agujeritos ponen el broche al uniforme.
¿Verdad que quedó bonita?
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